
Junto a otros activos militares como barcos y aeronaves, Estados Unidos ha desplegado en el mar Caribe un dron de inteligencia muy avanzado, el RQ-4 Global Hawk.
Según la Fuerza Aérea estadounidense, este es un vehículo no tripulado diseñado para volar a gran altura por mucho tiempo. Su misión es proporcionar capacidad global de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) sin importar la hora o el clima, usando un conjunto de sensores para ofrecer una cobertura continua y casi en tiempo real a través de inteligencia de imágenes, señales y otros sistemas de rastreo.
El dron Global Hawk es operado por dos equipos. El primero, llamado Elemento de Lanzamiento y Recuperación (LRE), se encarga de que la aeronave despegue y aterrice desde su base. Una vez en el aire, el control pasa al Elemento de Control de Misión (MCE), que dirige el dron durante la mayor parte de su operación.
La principal función de este dron es recopilar una amplia variedad de información de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR). Esta información es crucial para apoyar a las fuerzas militares en misiones en cualquier parte del mundo, tanto en tiempos de paz como en situaciones de emergencia o guerra.